viernes, 16 de diciembre de 2016

Esperas trimestrales

Han pasado 112 días desde que salí de casa. Atrás ha quedado esa pesada carga que estaba en mi cabeza. El 30 de noviembre acudí a mi revisión de los tres meses posteriores de la cirugía.
En la consulta recogí los cd´s de mis anteriores resonancias magnéticas. Se los habían quedado después de la cirugía. Al abrir el sobre, encontré una copia de la carta de consentimiento. Al leerla me di cuenta que estaba firmada por mí.
- ¿Cuando firme esto?, le dije a mi hermana.
- ¡El día que te ingresaron!, ¿no te acuerdas?
- No, para nada. ¡Ni recuerdo haberla visto!
- ¡Claro si no veías! ¿Recuerdas como caminabas bien agarrada del brazo de Sergio?. Me ponías hasta nerviosa.
Es curioso la forma en que podemos olvidar lo que vivimos y sentimos. Poco recuerdo esa sensación de inseguridad, incapaz de emprender, siempre con miedo de todo.

Ya casi termina el 2016. Siento que este año viví en bloques de tres meses. Tres meses para terminar el proyecto de mi cliente, tres meses esperando que el tumor redujera su tamaño, tres meses para revisión después de la cirugía.

Cada bloque de espera lleva su dosis de tolerancia y paciencia. Tal como me pasó esta vez en la consulta. Al entrar al consultorio descubrí que no estaba mi Neurocirujano. Estaba de vacaciones, volvería hasta el 29 de diciembre. Según nos explicaron en el hospital, vieron que era una oportunidad para darle vacaciones y fue así repentino.

La Neurocirujano que me atendió, después de teclear constantemente mi nombre en su computadora y no encontrar mi expediente optó por preguntarme:
-¿Es la primera vez que vienes? 

¡Plop! Casi me caigo como condorito.
Hice uso de todo mi arsenal de templanza, cordura  y civilidad, para no contestar de mala manera. Le explique que me habían "operado del cerebro" hace tres meses y que esta era mi cita de revisión para agendar la RM. De forma protocolaria me preguntó ¿como estaba?.  Ni siquiera recuerdo que haya hecho contacto visual y me prescribió la orden para el laboratorio.

Después de ese mal rato, decidí que me haría la RM y esperaría la vuelta de mi Neurocirujano. Me sentiría mas en confianza de estar con el médico que me operó, que con alguien que no sabe nada de mi caso. Total, no es la primera vez que tengo que esperar.

El informe del radiólogo confirma que mi cerebro no tiene alteraciones significativas, que hay cambios quirúrgicos en fosas nasales y restos tumorales que se extienden al seno cavernoso derecho.

Y eso es ¿Bueno? o ¿Malo? , justo esa respuesta es la que tengo que esperar.
Ya sabíamos que había quedado algo de tumor, pero no les voy a negar que me sentí un poco decaída. No es que tenga miedo de tener que continuar en tratamiento, pues me siento afortunada de que mi enfermedad sea 100% tratable y curable. Es sólo que me hubiera gustado que esos restos desaparecieran junto con la "paja" de la que me rellenaron el hueco.

Por mas que observaba las imágenes, yo no lograba ver esos restos en ningún lado. Ni siquiera sé cual es el ojo derecho, menos voy a ver esos restos. Como no estaba segura de poder aguantarme hasta el 4 de Enero (es cuando tengo cita con mi doctora), envíe los resultados a los médicos; a lo mejor "pega el chicle" y me daban algún avance del resultado.

Y ¿que creen?, ¡Si pegó el chicle!. Ambos me respondieron que el resultado es el esperado. Los restos están justo en el área donde sabían que no podían tocar. Los nervios ópticos están perfectamente descomprimidos.
Terminaba el mensaje con un  ¡Enhorabuena!, lo que me hace pensar que todo va perfecto. Al menos me deja tranquila mientras espero pacientemente por la fecha de consulta y saber cual es el siguiente paso: el alta o la radio.

Por las dudas, ya tengo una prorroga del visado por otros tres meses.
Estén pendientes, porque si hace falta les avisaré:
¡Todos levanten sus manos y hagamos una Genkidama  para radiar los restos tumorales!

¡Hasta pronto!


miércoles, 7 de diciembre de 2016

Nueces y Nogales


No se ustedes, pero yo sólo conocía las nueces de dos formas. Sin cáscara y en venta a Granel.

En Ensenada, las de venta a granel comienzan a aparecer en los supermercados cuando se acerca la Navidad. Su pronunciación "Nueces" hila el pensamiento con "Cascanueces". Espectáculo de ballet que presentaran algunas de las escuelas de ballet de la ciudad. Veremos a pequeños bailarines vestidos de ratón, dulces, mazapanes. No son profesionales pero puedes ver un brillo desmesurado en los ojos de los padres que abarrotan los teatros buscando la mejor fotografía de su retoño.

Aquí en Ogijares, pueblo ubicado a 6km de Granada. Es un pueblo pero no por su infraestructura, si no por el número de habitantes. Según wikipedia menos de 14,000. Cuenta con una ciclovía de dos sentidos que conecta con las ciclovías de Granada, tiene múltiples espacios para caminar y ejercitarse en aparatos al aire libre. Todas sus calles están pavimentadas, perfectamente señaladas y creo no haberme encontrado con ningún bache. Muy lejos ésta nuestra Ensenada, esa a la que llaman "La bella cenicienta del pacifico". Lejos en sentido literal y figurado.

En esta región, abundan los campos de cultivo y cortijos abandonados. Varios municipios "pueblerinos" colindan entre si. Cuando caminas por el campo, es difícil saber si estás en Otura, Alhendin o Gojar. Tampoco importa mucho, puedes caminar por múltiples sendas mientras escuchas cómo corre el agua por las acequias y el río Dílar.

A escasos metros de casa de mi hermana, hay un campo lleno de olivos milenarios. Hoy están un poco "despelucados", pues un mercenario de leña cortó su cabellera de forma salvaje. Sus gruesos troncos inspiran respeto, nos cuentan que ellos están ahí desde hace muchos siglos. Desde antes que Colón descubriera América.

Entre los Olivos encuentras varios Nogales, antes no los conocía, pero ahora no puedo evitar buscarlos durante nuestras caminatas matutinas. En septiembre, los nogales lucían verdes, frondosos, con flores y algunas "pelotas" parecidas a un limón. No sabía que eran nogales, para mí eran sólo árboles. Un día mi hermana nos mostró una de esas pequeñas pelotas, dentro había una Nuez. Debo confesar que nos causó emoción saber de donde venían las nueces.
¡Hombre!, que ya sabía que venían de un Nogal, pero nunca lo había visto en "vivo y a todo color". Son de esas cosas que puedes saber buscando en Google, pero que no buscamos porque ya sabemos que las nueces se compran en el mercado y vienen del Nogal.

El otoño ya casi termina, tornó amarillas las hojas del nogal, las hizo caer. Las "pelotitas" verdes se tornaron cafés y secas. Después de un día lluvioso encuentras montones de nueces tiradas por el suelo. Si eres afortunado y no han pasado otros caminantes, puedes recoger muchas.
Debes apresurarte porque la manada perruna de mi hermana(Neska, Nuka Coco), con su olfato son mas ágiles que nuestra vista.

Y mientras en Ensenada compramos las nueces a mas de 200 pesos el kilo, aquí las recogemos del camino.