martes, 2 de mayo de 2017

El día que conocimos a Pepe - Primera parte

Pepe era mi tumor. Aquí pueden leer un escrito del 28 de Mayo del 2016, en el que cuento el por qué del nombre.

Cerré el año 2015 con una sobredosis de cansancio. Entrega de proyecto y cierre de semestre en Preparatoria Xochicalco. Había sido un año agotador.
El 2016 se vislumbraba mejor. Conseguí un nuevo contrato para continuar con el proyecto que acababa de liberar, así que tomé la decisión de abandonar la docencia y recuperar mis actividades de esparcimiento(ejercicio, perros, gatos, etc).

Ese último semestre había experimentado dolor de cabeza, dolor ocular.
En ocasiones me costaba mucho enfocar la vista, tallaba constantemente mi ojo o  lo tapaba con una mano. Meses atrás había acudido al oftalmólogo, porque desde hace un par de años que venía experimentado pérdida de la visión periférica.
Cuando el médico supo de mis extensas jornadas de trabajo, sugirió que me realizará una campimetría, para poder tener un precedente de mi pérdida de visión. Sin embargo no lo consideró mandatorio. "Cuando el cerebro estaba cansado, lo primero que se pierde es la visión periférica" -me dijo-.
Salí de ahí con la recomendación de comprimir mi jornada laboral, dormir mas y con un cambio en la graduación de mis lentes.

Sergio siempre me decía que era un poco "Mellman" -cómo ese personaje hipocondriaco de la película Madgascar- , así que no me hice el estudio. No lo consideré importante, "Será el cansancio"

Inicié 2016 con todo el optimismo. En mas de una ocasión intenté retomar mi rutina de ejercicio y paseo perruno, pero no podía. El trabajo seguía un ritmo que yo no podía seguir. Cada día me costaba mas ir a trabajar. Mis compañeros solían decirme "Eva tomate unas vacaciones, te hacen falta".

Un día uno de ellos no fue tan amable:
-Eva, te ves muy mal.
-Es que no me maquillé.
-No, no es eso, te ves mal.
-Si, me siento mal. Creo que estoy anémica o tengo parásitos gatunos. Me haré unos estudios en cuanto me paguen ¿Conoces algún buen médico?
-Si.

Era tiempo de que atendiera todos los aspectos de mi salud que había dejado atrás.
Me realicé los análisis. Había un ligero grado de anemia. Nuevamente no le di mucha importancia "Después voy al médico".

Afortunadamente un día desperté con un dolor de cabeza y dolor de cuerpo insoportable. Éste fue incrementando a lo largo del día, me sentía peor que nunca y no me quedó mas remedio que ir con el médico que me habían recomendado.
Fue poco vergonzoso cuando preguntaron mi edad y mi madre estaba sentada al lado mío. Pero la verdad era que me sentía tan mal, que no pude negarme a que me acompañara. Conté al médico como me sentía en los últimos meses.
Lo que me llevó ahí fue un cuadro de influenza. Pero el médico se tomo el tiempo suficiente para examinarme. Poniendo especial atención en el malestar de mi ojo derecho :
"Se observa algo de presión en la parte posterior del ojo, además tienes mucha irritación. Te recomiendo que una vez que termines el medicamento de la influenza y pasen unos 15 días te realices una resonancia magnética para que hagan una exploración en la zona ocular. Es muy importante que la hagas."

Menos mal que mi Madre estuvo conmigo en la cita, porque no había día en el que no me preguntara:
-¿Eva Marcia, ya pusiste la cita?.  

 En mis pensamientos creía que podía estar en una depresión, ¡Cómo iba a pagar 7000 pesos, por el MRI! ¿¡para qué!? ¿para terminar en una consulta con el psiquiatra o psicólogo?.
Como todos ustedes que son hijos, deben de saber que es imposible ganarle a una madre preocupada. Menos cuando estuvo contigo en la consulta y escuchó las recomendaciones médicas.
Finalmente puse la cita, 28 de abril del 2016.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario